Morales de Valverde

El origen de nuestro Carnaval no se encuentra documentado, siendo la única fuente de información la tradición oral. Históricamente no se sabe de dónde pudo venir esta tradición, lo cierto es que tiene rasgos comunes con toros de otras localidades, no sólo de Zamora, sino de otras provincias como León.
A pesar de no tener un origen conocido y/o referenciado, en los años 30 del siglo pasado, ya se venía celebrando, pasando posteriormente por varias etapas; desde su prohibición por el franquismo en los años 50 (aunque en Morales no dejara de celebrarse) hasta alcanzar su máximo apogeo a mediados de los 70 donde todos los mozos participaban en dicho Carnaval. A partir de 1975 los mozos van dejando de lado la fiesta y son los jovenzuelos de 15 años los que cogen el relevo llegando a tener hasta dos toros, uno pequeño y uno grande. Durante los años 90 esta tradición se va perdiendo debido a la despoblación y la falta de relevo generacional de jóvenes y mozos.

Los mozos se juntaban en un corral y allí se disfrazaban ayudándose unos a otros. A las puertas se agolpaban los chicos y chicas del pueblo al grito de: “¡Qué salga el toooro, con cueeernos y tooodo!”. Cuando los actores salían comenzaban las carreras de torero y toro tras chicos y chicas. El torero casi siempre se iba a por las chicas. Algunos se encerraban en las casas por miedo real al toro y otros lo citaban para provocar su embestida. De vez en cuando y a modo de descanso el torero paraba al toro en alguna calle y le daba unos pases toreros ante el gentío que aplaudía el arte.
El carnaval concluía después de 2-3 horas en la plaza del pueblo con todos los personajes presentes. Allí el torero durante unos minutos daba pases al toro hasta llegar a la suerte de matar.
A continuación, todos los personajes juntos, pasaban por las puertas pidiendo “limosna pa’l toro”. La gente daba patatas, huevos, aceite, chorizos, algún pollo y por supuesto dinero, que se invertía en realizar una cena.